Los sistemas de
comunicaciones electrónicas están basados en dispositivos que manejan
básicamente dos tipos de señales: analógicas o digitales.
Para poder entender cómo es que funciona una conversión analógico-digital necesitamos definir cada una de las señales que intervienen en esta conversión.
Señal analógica
Definimos una señal analógica como aquella que varía de forma continua en el tiempo, esta puede tener infinitos valores dentro de un rango de valores determinado. En la naturaleza, el conjunto de señales que percibimos son analógicas, así la luz, el sonido, la energía etc., son señales que tienen una variación continua. Algunos ejemplos de señales analógicas son:
- Valor de Temperatura de un Objeto
- Altavoz
- Valor de presión en una Tubería
- Radio
- Valor de Velocidad de Giro de un Motor
Señal digital
En comparación con las
señales analógicas las señales digitales son discretas (valores finitos) en el
tiempo y en amplitud, lo que quiere decir que sólo pueden tomar uno de dos
valores 0 o 1 en intervalos definidos de tiempo; se pueden considerar ejemplos
de señales digitales:
- Programa de una computadora
- Contenido de un CD o DVD
- Cámaras digitales
- Memoria de PC
- Semáforos
La conversión
analógica-digital consiste básicamente en realizar de forma periódica medidas
de la amplitud (por ejemplo, la tensión que proviene de un micrófono si se
trata de registrar sonidos) de una señal, redondear sus valores a un conjunto
finito de niveles preestablecidos de tensión (conocidos como niveles de
cuantificación) y registrarlos como números enteros en cualquier tipo de
memoria o soporte.
La conversión de una señal analógica en digital se realiza mediante procedimiento denominado "modulación por impulsos codificados” (PCM). Este sistema se basa en tres operaciones: muestreo, cuantización y codificación. A continuación, se describen estas operaciones:
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